viernes, 16 de noviembre de 2012

Las calidades de las pinturas

Las calidades de las pinturas


Últimamente se escucha cada vez con más frecuencia la palabra calidad. Cuando decimos que algo la tiene tenemos la sensación de que es lo mejor, o en su defecto, que es muy bueno. Sin embargo, no existe el producto o servicio perfecto.

La calidad es un proceso de mejora continua con el que se logra satisfacer a los clientes, acortar los tiempos de entrega, generar un producto acorde a los estándares estipulados y recortar costos, debido que no se gastará en revisiones o reparaciones.
Las exigencias de los clientes van en aumento, por lo que si se desea ser competitivo se debe ofrecer productos y servicios de calidad. Existen otros factores como el precio, la presentación, la atención al cliente, etc., que están asociados a ella, pero al final de cuentas, los resultados esperados y la satisfacción de los clientes hablarán por sí mismos.
¿Cómo se puede saber si la pintura que se compra es de buena o, mejor aún, excelente calidad?
La formulación del producto es clave para determinarlo. Los principales componentes de una pintura son los pigmentos, las resinas, el líquido y los aditivos.
Los pigmentos, que son los que le dan el color y la capacidad de rendimiento y resistencia, son los que abaratan o encarecen una pintura. El líquido es el agua que forma la sustancia en la que se mezclarán los otros ingredientes. Los aditivos, que agregan distintas propiedades, son los espesantes, conservantes, humectantes, etc. Las resinas son elementos muy importantes, ya que son la clave en la formulación de una pintura. La cantidad y la clase de estas determinarán el brillo, la lavabilidad, la adherencia y otras propiedades.
Entre los estándares a evaluar para determinar la calidad de estas están:

  • Durabilidad: Es su tiempo de vida útil, el que puede ser afectado por el sol, la lluvia, etc., que afectan la adherencia o el brillo de la pintura a la superficie revestidaTiene relación con la resistencia y la lavabilidad. En el momento de comprar el producto se debe considerar si es necesario un recubrimiento contra el agua, hongos o manchas, o si es una pintura para pisos, que deberá soportar un alto tráfico; para determinar cual será más perdurable en el tiempo.
  • Relación con el medioambiente: Hace algunos años se ha comenzado a tomar conciencia de que el contenido de los compuestos que forman las pinturas no debe dañar la capa de ozono de la atmósfera. El sol y el calentamiento de las superficies hacen que se desprendan agentes químicos que dañan el ambiente y son nocivos para la salud.
  • Información clara al usuario: Cada lata o envase debe llevar etiquetas informativas, para que el comprador conozca el producto. Deben contener el nombre, marca, logotipo, clasificación a la que pertenece, nombre del fabricante, país de origen, peso o cantidad, ingredientes o componentes de fabricación, instrucciones de uso, modo de aplicación, país de procedencia, fecha de fabricación y de caducidad, número de lote al que pertenece, advertencias y qué hacer en caso de emergencias, manera de almacenamiento y seguridad, etc. Si la pintura es importada, debe cumplir con los requisitos de etiquetado de aduanas del país al que ingresa, al igual que una traducción de la información al usuario al idioma local.
También es importante que la información contenga un número de teléfono de contacto, o en su defecto una dirección electrónica, para atender a los compradores.
  • Brillo: Es el tipo de acabado que las pinturas proporcionan. Puede ser mate, brillante o semibrillante. Otros lo clasifican como satinados, semisatinados y opacos. La elección depende de las preferencias del cliente, del espacio a revestir y de la iluminación a que estará expuesta la superficie a pintar.
  • Rendimiento: Es el poder cubritivo, que consiste en el área a recubrir u ocultar con un cuarto, medio o un galón de pintura, de acuerdo con las recomendaciones del fabricante. El rendimiento depende del tipo de herramienta que se usará para aplicarla y la pureza del producto, por ejemplo si se le ha agregado demasiada agua, solventes, etc.
  • Resistencia: Es la capacidad de soportar ralladuras, raspados, lijados, golpes, dobleces o flexiones, sin desprenderse o maltratarse.
  • Estabilidad: Se refiere al aspecto del líquido dentro del depósito donde se encuentra. La formación de coágulos, la creación de capas, el mal olor, la separación de pigmentos o la formación de una sustancia muy espesa, pueden hacer que se la deba descartar, pero si al mezclar o agitar la pintura, esta queda uniforme, lo anterior se debió solo al reposo.
  • Lavabilidad: Una buena pintura debe resistir la acción de productos de limpieza, como detergentes neutros disueltos en agua, escobillas, esponjas o trapos utilizados para limpiar las superficies. De todos modos, para que tenga una mayor vida útil es recomendable evitar el uso de pulidores o líquidos de limpieza con polvos abrasivos, que podrían desprender o resquebrajar la película.
  • Tiempo de secado: Es el lapso necesario para que la pintura se seque sobre la superficie en la que se aplica, el que además permite determinar cuándo se puede aplicar una segunda o tercera mano. El dato variará según el material de la superficie, la pureza de la pintura, la temperatura y humedad del ambiente, etc.
Sin embargo, aunque un producto sea muy bueno, si no se lo aplica de la manera adecuada, los resultados no van a ser los esperados. Entre los aspectos a tomar en cuenta para obtener de las pinturas los mejores efectos posibles encontramos:
  • Modo de empleo o aplicación: Una pintura debe ser fácil de aplicar. Debe además, poseer un buen deslizamiento para agilizar el proceso de pintado.
  • Preparación previa: Deben seguirse las instrucciones del fabricante. Hay que determinar si la pintura está lista para ser aplicada o se le deben agregar algunos aditivos.
  • Soporte técnico del fabricante
  • Herramientas para su aplicación (brochas, rodillos, pistolas de aire, etc.): La elección de la herramienta dependerá del presupuesto que se tenga y del acabado final que se desee. Algunos prefieren brochas, otros rodillos e incluso pistolas de aire, para obtener una superficie más lisa, uniforme y libre de huellas.
  • Preparación de la superficie: Se debe realizar la limpieza, lijado o pulido de la superficie, siguiendo las recomendaciones del fabricante, para obtener un mejor acabado y una vida útil más larga.
  • Elección del producto adecuado según el material de la superficie: Deberá ser el indicado para metales, maderas, concretos, yesos, etc.
  • Elección de la pintura según el espacio a revestir. Se debe considerar si la superficie estará expuesta al sol, lluvias, vientos, agentes químicos, sal, microorganismos, alto tráfico de personas o vehículos, etc., o bien si estará en espacios interiores y lejos de la humedad.
  • Ventilación del lugar y temperatura ambiente
El precio es otro factor determinante, pero lo es más en cuanto a percepción por parte del cliente o consumidor, que por parte de los fabricantes. El posicionamiento de una marca juega un papel fundamental en el momento de definir su precio. Puede ser que el precio vaya ligado a la calidad o sea simplemente una estrategia de marketing, para conservar el estatus alcanzado. Lo anterior no aplica solamente a pinturas, sino a todo lo que se vende en el mercado.
Otros determinantes, más concretos y de peso, para definir si una pintura es de calidad o no, son las pruebas a las fue sometida.
De estas pruebas y otros requerimientos ha nacido una serie de normativas de calidad. Entre ellas se pueden mencionar las normas de etiquetado, salud ambientales, contenidos máximos permisibles de compuestos orgánicos volátiles, determinación del contenido de pigmentos, la resistencia a la intemperie, del poder cubritivo, de su protección anticorrosiva, del tiempo de secado al tacto y tiempo de secado duro, prueba de corte cuadriculado, preparación de láminas de acero para pruebas, de resistencia al impacto, etc. Estas normas permiten obtener una fórmula que proporcione pinturas, tintas, barnices, lacas y esmaltes de máxima calidad y que eviten problemas de descascaramiento, desprendimiento, ampollas, retardo del secado o manchas.
Para finalizar, al momento de la compra se debe verificar el envase, que debe estar intacto, sin golpes o abolladuras, y sin que nadie lo haya abierto antes. Otro aspecto es la fecha de fabricación y la de caducidad. En caso de necesitar más pintura que la comprada al comenzar el trabajo, es conveniente que los envases pertenezcan al mismo lote para evitar cambios en el tono. Una última prueba es aplicar un poco de pintura en una superficie, para verificar que el color del catálogo y el aplicado coinciden. 

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